arte por libertad es un cojunto de experiencias estéticas gestadas de manera colectiva dentro de procesos de organización popular, por eso, encarnadas en el suceder del movimiento simbólico: entre los intoxicados tiempos de búsqueda de la sentida significación, entre las flores de los árboles o la imaginación de los pájaros en el cielo.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Murales Combatientes

Me interesa sobre todo la forma de realización:

- en algunos casos al límite entre los tiempos y los apurones de la clandestinidad de los grafittis;

- con algunas recurrencias del muralismo de los años 20, como que el hecho de estar pintando ya dice que queremos decir algo;

- pero sobre todo con la estructura de conversación en ellos, un solo participar como amigos en crear un diálogo más que un mural, en pasar un momento como tomando mates o vino, donde se trata de sacar lo más profundo nuestro mientras pensamos a esa liberación como algo que queda expandiéndose y sigue conversando.

Con los combatientes



Fue un mural muy espontáneo y muy linda experiencia creo que para todos.
Existe constantemente la posibilidad de encontrarnos con cualquiera,
No tiene nada que ver con el artista que con la pintura se comunica solo con el bastidor
Al salir a pintar en la calle o al acercarnos para hablar con cualquiera, sin otro interés más que el de hablar, es un hecho donde se traman relaciones mucho más complejas y más intimas (y más liberadas de estereotipos de relaciones, como por ejemplo, las que tenemos en los comercios o en el trabajo o en instituciones educativas).
Creo que lo importante es que la conversación como vínculo se hace más rica cuando no se pretende otra cosa más que hablar.
En el caso de hacer un mural en grupo es ir hablando sobre lo que se está tratando de decir o lo que se está diciendo y quiere decir; lo mismo pasa cuando se hace cualquier obra de manera grupal, siempre se piensa que alguien la va a ver,
En la calle es distinto ya que en el momento en que se conversa sobre que se dice ya hay público para halagarlo, interpretarlo y, como nos paso ese día de confrontarlo; ya que no teníamos permiso, pero había dos credenciales que legitimizaban las acciones de ese día. la más importante y que les permite hacer casi todo, cuando quedan en la calle: ser un ex-combatiente; la otra fue decir que lo que hacíamos era arte.
El mural de todas formas duró solo poco más de una semana.




Con el mono

Hay algo que tiene un mural que no tienen otras clases de intervenciones urbanas y es que si bien hay que estar dispuestos a aceptar que intervengan sobre él, un mural bien logrado, que tenga todo que tiene que tener, no necesita de nada más, no vale escribir nada arriba, ni va a taparlo nadie.

Al mono lo conocí cuando intervino en los huecos que quedaban entre las figuras de un grafitti que habíamos hecho con Fede.

Es como que los que pintan en las calles se conocen porque comparten soportes de una o de otra forma.
Mejor que compartir soportes es tambien compartir la pintura. Como en el cumpleaños de Pocho, donde el mono organizó una gran pintada. Se pintaron todos muros de una manzana que daban a la plaza.
la acción duró dos días y había materiales y pinturas para el que quería participar.












Murales para el centro de ex-combatientes


Luego con el mono, Ñuka y Mariano pintamos unos murales para el centro de ex-combatientes por cumplirse 25 años de la guerra de Malvinas.













En conclusión no se por qué puse éstas experiencias juntas. Tiene que ver con cómo guardamos o ordenamos las cosas en nuestra memoria. Tiene que ver que con el mono y con Ñuka pinté tanto sobre Pocho como sobre las Malvinas, y que con los ex-combatientes al estar hablando y pintando sobre su experiencia en la guerra y en la vida se nos aparecieron unos chicos que también querían pintar y quisieron poner a Pocho Lepratti
O en realidad será que ambos hechos fueron injustos y que aún se reclama justicia y que conversar sobre algo sin tener otro interés es reflexionar y la pintura en tanto la utilicemos sin la búsqueda de la venta o la fama, es algo que sirve para liberarnos de estereotipos que no nos permiten conversar de manera reflexiva, y que en tanto se trata de una herramienta comunicacional que muchos no dominan de manera óptima, es decir que no es un lenguaje muy utilizado, tanto porque no todos accedemos a los materiales como porque no hay un medio que nos presente a la plástica como un requisito para estar en él)la acción estética resulta un lugar donde experimentar. Y en toda experimentación salen nuestras ideas con las fuerza de "lo nuevo", lo recién nacido.
Indagan con más punta, y así nuestro pensamiento se torna reflexivo,

¿Será que ambas experiencias apelan a la memoria?
¿O será que la conversación mientras se hace un mural es como la conversación que se da en una pared entre los que intervienen la ciudad con grafittis o plantillas o lo que sea, solo que con diferencia de tiempo, es como decir algo y luego de un rato vamos a tener una respuesta, como mandarnos mensajes por mail o cartas con alguien que no conocemos?

En el caso de los murales en grupo parece que la reflexión se gesta tanto por exponerse a nuestro compañero de grupo, al ver su exposición y de ella nutrirse, pero al mismo tiempo también porque se piensa como una obra que va a ser percibida por otros sujetos, pero también porque ésta percepción va a darse en el momento en que estamos haciendo el mural y vamos a tener una devolución, ya sea en el modo de la tímida y difícil pregunta: _ ¿qué quieren decir con ésta imagen?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

hola willam blake...pasé a ver...muy bueno, saludos
Tarsila!

Anónimo dijo...

eyyy loco te perdiste del mundo. que es de tu vida?? el sur acà...siempre de viaje. un abrazo

Martin

CLAUDIA TULA dijo...

muy buenos laburos,aki por catamarca capital y en el interiaor estamos organizando cada tanto movidas espesificamente con arte urbano...por fabor comuniquense keremos convocarlos...NInakerus(mujeres muralistas)..claudia,turca y marcela